viernes, 15 de octubre de 2010

Volver a la lejana ciudad de mi infancia




Suspire, y entre.
Estrechas calles entrelazadas, ahí voy.
¿Recordare cosas?
Quien sabe…

Dicen que es uno de los peores barrios,
Humedad, frió, soledad, se sentía.
Algún que otro bohemio
Perdía su amor en un trago de alcohol.

¿La nada? Se oía.
¿La oscuridad? Siempre permanecía.
Ancianas ensangrentadas de perfume
En su alcoba yacían.

Algún loco publica versos de lucha y protesta
¿Pero ya? de nada servia.
Inscripciones misteriosas en cabinas telefónicas
Escritas en pintalabios rojo veía.

Se oye el hervido goteo transparente, agüilla cae
De los tejados, rotos por el tiempo.
Callejones llenos de recuerdos olvidados,
Llenos de humedad, llenos de sueños perdidos.

Un poeta sentado en la puerta de un bar.
En una mesa sucia, y en una silla llena de polvo,
Escribe en una servilleta algo para su amor.
Bebe un trago de wisky y prosigue.

Ella al leerlo, caerá sobre las hojas soltadas por los
Pocos árboles que quedan en el parqué
Donde yo de chiquilla jugaba.
Desecha en llanto, chillara << ¡Me han roto la vida! >>

Volví a la ciudad lejana de mi infancia.
¿Y que encontré? Nada.

Algún que otro indigente deambula,
Por rincones ya olvidado.
Y el piensa en ser otra vez aquel
Que fue un día hace ya varios años.

Y gente al filo de sus vidas
En terribles madrugadas
Les hiela el pensamiento
Este frío tan intenso.

Caminando sin sentido,
Sola me encuentro.
Rumbo a la incomprensión,
Rumbo al olvido.

E imagino encontrar
Esa luz que transfigura
En sueño el reto de lo cotidiano,
Pero nada, que no encuentro nada.

Y me pregunto…
-¿Donde están las sombras de aquellos días?
Y alguien con voz ronca, me responde.
-Se han ido.

Veo una prostituta que delira,
La obligan a exhibirse en la plaza.
Mostrar sus secretos más íntimos.
Notaba su repetido temblor, quería huir de allí.

Me vio y me pregunto:
-¿Sientes vergüenza ajena?
No me dio tiempo a contestar y dijo.
Yo la siento propia.

Oía risas innumerables,
Al verla totalmente desnuda,
¡Buena compañía! decían algunas,
Baje la mirada y seguí caminando.

A lo lejos aun podía oír,
Burlas egoístas insultándola
¿Y yo?
Decido no decir nada…

¿Y me pregunto?
Y la soledad se precipita.

¿Y las flores?
Ya están marchitas.

¿Y sueño?
En volver a ser, lo que fui un día, tan solo una niña.

¿Y finjo?
No recordar, lo que me llevo allí.

¿Y me miro?
Me miro con mis ojos crédulos ¿mi rostro? ya envejecido,
¿Mis manos? Ya estropeadas por los años que he vivido.
Volví a la lejana ciudad donde pase toda mi infancia.
Volví allí para ver que había, y no vi nada.



dafne.

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