
Todo ocurrió una tarde no esperada,
empeze a notar una sensación,
que nunca había deseado tanto que no se fuera.
Mi corazón se empezó a acelerar,
como pocas veces antes lo había echo,
pero no quería que acabara.
Inocencia y vergüenza,
tranquilidad y desesperación,
frio y calor al mismo tiempo.
Mire hacia arriba con ganas de chillar,
de explicar lo que se me pasaba,
mire mi cuerpo mojado y sin aliento.
Empeze a sonreír, a mirar todo con encanto,
placer que pocas personas sienten,
porque al empezar a llover huyen.
dafne.
No hay comentarios:
Publicar un comentario